Recuerdo haber asistido al Festival Summercase en Barcelona el 14 de Julio de 2006, por cercanía y porque ofrecían dos días de música en directo a buen precio. Por unos 90€ podías disfrutar del directo de estrellas como New order, Chemical Brothers, Fatboy Slim, algun grupo "de la casa" como Mendetz y también, cómo no, algún que otro pseudo-bluff como The Dandy Warhols o Keane. No tenía especial interés por ningun artista en concreto, pero el cartel parecía equilibrado.
Ese viernes, justo después de ver The Cardigans (soporíferos), les dije a mis amigos que me apetecía ver al menos el principio de la actuación de Daft Punk porque había escuchado algo y parecían bastante originales. Tenía curiosidad de verlos en directo aunque sólo fuera un rato, porque mis amigos no soportaban "la música máquina".
La visión del escenario no dejaba mucho margen para la imaginación: una lona enorme lo tapaba todo. Detrás se podia adivinar una pirámide y unos fluorescentes de cocina formando triángulos. Cuanto menos, aquello era intrigante.
Al cabo de unos minutos cayó la lona, salieron ellos, los "fluorescentes de cocina" sobre los cuales había hecho algún chiste con mis amigos, empezaron a emitir luces de otro planeta y la lona del fondo del escenario pasó a ser una enorme pantalla de "leds". Nunca antes había visto algo así, era la época de escenarios con focos de luz de colores y de repente, me parecía que estábamos dando un salto en el tiempo de unos cuantos siglos. Además, esperaba una sesión de DJ una-canción-detrás-de-la-otra y cuando me quise dar cuenta estaban sonando la línea vocal de "One more time" y la base de "Aerodynamic" a la vez, y otros muchos temas remezclándolos en directo. No hace falta decir que aguantamos hasta el final y que después, cuando salió Fatboy Slim, aquello me pareciera un simple guateque de la época de mis padres
Hubo un hecho que me sorprendió: mientras esperábamos el inicio de espectáculo alguien tocó algo, una tecla, un botón o un tornillo, y eso hizo que un sintetizador emitiese un par de notas cortas. La gente se levantó de golpe del suelo y se puso a gritar como loca... pero nada, simplemente había sido un test de sonido. ¿Fue eso lo sorprendente?, no. Lo sorprendente fue que ese sonido, aunque lo hubiera escuchado en mitad del campo, en una panadería o en una iglesia, hubiera reconocido que era Daft Punk.
