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| Cuartel general de SoundCloud en Berlín |
Confieso que fui un usuario fiel de MySpace durante años, y que me sentí abandonado cuando me "invitaron a irme" a base de sucesivos cambios sin sentido que complicaron y ralentizaron su utilización. Por suerte, el abandono fue temporal. Tras una esquina de mi
camino sin dirección, apareció mi salvación: SoundCloud.
El inglés Alex Ljung y el alemán Eric Wahlforss empezaron este proyecto a mediados de 2007 en Berlín, y en poco más de cinco años han logrado tres millones de usuarios, oficinas en tres continentes y una lista infinita de ofertas de empleo.
El interfaz de SoundCloud es intuitivo, blanco como las nubes y, lo más importante de todo, sencillo. La integración con otras redes sociales es total y podemos elegir con quien compartir nuestra música: quizá queramos que todo el mundo escuche nuestra obra maestra, o tan sólo unos cuantos amigos para que den una opinión sobre un tema sobre el que se está trabajando, mediante el envío privado. Con todo, el gran acierto de esta red social es el poder comentar directamente en la línea de tiempo del tema y no tener que poner "en el minuto 2:37 no se oye el bajo".
De un Berlín donde las paredes respiran música y hasta los cuervos afinan, sólo podía salir SoundCloud.
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